El Pitch Deck es la herramienta con la que despertarás la atención de inversionistas, clientes y aliados estratégicos potenciales. Si eres una startup, una de tus metas principales es convencerlos de que tu propuesta de valor es única, ¿verdad?
Por eso hoy te explicamos cómo lograrlo.
¿Qué es un Pitch Deck y cómo potencia tu negocio?
Se trata de una representación visual que contiene los aspectos claves de tu business plan. Son diapositivas que te ayudarán, en el menor tiempo posible, a describir y presentar de forma convincente tu misión, visión y estrategia de forma concisa.
Con un formato llamativo y fácil de digerir, acompañado de una narrativa poderosa, conseguirás dejar a tus inversores interesados y deseosos por saber más. Al mismo tiempo, un Pitch Deck es la forma más efectiva de destacar entre la competencia.
¿Cómo se estructura?
Una de las principales recomendaciones es que tu Pitch Deck no pase de 10 a 15 diapositivas. Debe exponer elementos como: Identificación de tu empresa, en el que abordarán su misión, visión. Y la presentación del equipo, determinando las cualidades profesionales que impulsan esta idea.
Además, se describe cuál es el problema existente y la solución competitiva que tu empresa ofrece como su propuesta de valor. También se acompaña de una exposición creativa y completa de tu producto o servicio, así como la detección de la competencia y una comparación de los aspectos que te diferencian de ella.
Asimismo, se realiza un análisis de mercado, tanto del target como del tamaño y sector en el que vas a operar. Se anexa tu modelo de negocios y tu estrategia de marketing y ventas, agregando tu rendimiento actual, métricas y proyecciones.
Finalizas con un desglose de presupuesto entre gastos y formas de financiación, presentando también cuál es la solicitud específica hacia tus inversores.
¿Qué debes tomar en cuenta a la hora de diseñar tu Pitch Deck?
La estética es fundamental en la creación de tu Pitch Deck; acá es donde aplica la frase “La primera impresión es lo que cuenta”. Escoge un tamaño de letra legible, evita el alto nivel de tecnicismo y limita en la diapositiva el número de palabras. Recuerda que el uso de imágenes siempre será un valor agregado a tu presentación.
No olvides que cada diapositiva tiene un propósito específico, por lo que la información debe ser concisa y estratégica. Esto permitirá mantener el interés de tus escuchas; a menor redundancia, mayor será la intriga y posibilidad de obtener una segunda reunión.
¡No exageres! Destaca de forma razonable las ventajas y si buscas enganchar, ten presente el uso del storytelling como tu as bajo la manga. Al contar una historia emocionante, crearás un vínculo, demostrarás seguridad y generará fiabilidad, logrando que apuesten por tu proyecto.
Los recursos interactivos son elementos potenciales que te ayudarán a ordenar la información de forma asertiva. Recuerda que estos permiten captar la atención del público con elementos atractivos y realzar esos aspectos importantes de tu propuesta.
Finalmente, deja espacio a preguntas o realiza tú mismo una interrogante. Esto hará que los presentes se involucren aún más, y será una puerta abierta para incentivar una conversación más detallada.
