En nuestro lenguaje, hemos hecho uso de la palabra sustentabilidad como sinónimo de sostenibilidad, y resulta no ser lo mismo. Sí, este es un dato que tal vez rompe con nuestra habilidad semántica, sacudiéndonos para comprender mejor cómo implementarlo adecuadamente una próxima vez.
Es importante resaltar que el uso de ambos términos, se prioriza en el cuidado del medio ambiente. Siendo esta una de las metas más importantes de la humanidad en las últimas décadas. Empleada para generar conciencia e impactar de forma positiva en el planeta.
Por eso, en este artículo, encontrarás los conceptos y diferencias entre ambos términos que, en defensa, están estrechamente relacionados.
Qué es sostenibilidad
Conocida popularmente como “desarrollo sostenible”, tiene por objetivo adoptar modalidades a largo plazo que contribuyan a un desarrollo social y ecológico. Su carácter diferenciador es que no se trata solamente de evitar la afectación grave del ecosistema. Se basa realmente en un equilibrio y mejora de la calidad de vida, salud, educación y cultura de la sociedad.
Se trata de la forma en que hoy aseguramos una adecuada dirección de nuestros recursos naturales para futuras generaciones. Siendo el mundo del negocio y la política los principales garantes de su aplicación.
Qué representa la sustentabilidad
Aunque hablamos de un mismo propósito, la sustentabilidad se centra en el mantenimiento, a lo largo del tiempo, de los recursos, principalmente naturales. Son aquellos ecosistemas autosuficientes, en otras palabras, que continúan funcionando de forma autónoma.
Diferencias entre sustentabilidad y sostenibilidad
La sustentabilidad se mantiene por sí solo, y se enfoca exclusivamente en un uso racional de los recursos. Por su parte, la sostenibilidad es un proceso de acciones donde se engranan 4 aristas: ambiental, social, económica y política.
Este último, propicia avances en la sociedad y nos invita a apropiarnos de un estilo de vida respetuoso con el resto de seres vivos. Así pues, promueve un entorno armónico tanto para el presente como para el futuro.
Ejemplo en el uso de ambos términos
Visualicemos una agencia de viajes que ha hecho de la sostenibilidad su eje central. Entre sus propuestas, organiza experiencias únicas de turismo en contacto con la naturaleza y, además, insta al respeto y preservación del medio ambiente.
Aunado a ello, garantiza la viabilidad de sus operaciones a largo plazo ¿Cómo? A través de la utilización de medios de transporte de bajo impacto ambiental. Alojamiento sustentable que permite utilizar energías renovables, prácticas de ahorro de agua y una gestión adecuada de residuos.
Gracias al turismo comunitario también se beneficia a la población a través de empleos justos y respeto por su cultura y tradiciones. De esta forma, las prácticas agrícolas sostenibles, la artesanía local y la historia del lugar se convierten en elementos fundamentales del viaje.
Así se evidencia que la sostenibilidad es integral, y no se limita solo al aspecto ambiental. La prosperidad social y económica también forman un elemento clave.
Pero ¿Por qué la empresa se convierte automáticamente en sustentable? Esto se debe a que las prácticas implementadas aseguran su continuidad en el tiempo. Con las políticas de desarrollo sostenible aplicadas, la agencia puede garantizar que cada destino siga siendo atractivo y viable para las siguientes generaciones.
Esto conlleva a un ciclo que permite que economías locales y los ecosistemas se sustenten sin comprometerse. Así pues, en sus operaciones diarias logran equilibrar el impacto social, económico y ambiental ¡Pero no sólo eso! También logran transformarla en una empresa sustentable y viable en el tiempo.
Como último dato te comentamos que, en la actualidad, los consumidores prefieren a las empresas que se preocupan por sus repercusiones
