En 2024, América Latina experimentó un auge en la venta de bonos gubernamentales y corporativos, alcanzando un récord de US$127.000 millones en emisiones internacionales, un incremento del 42% respecto a 2023. Sin embargo, el panorama para 2025 presenta desafíos que podrían frenar este impulso, incluyendo decisiones de la Reserva Federal (Fed), la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y las tensiones en la economía global.
Factores que marcarán el 2025
El principal catalizador para las emisiones será la velocidad con la que la Fed reduzca las tasas de interés. Si bien se esperan al menos dos recortes este año, los mercados estarán atentos a cómo las políticas de la administración Trump podrían influir en la inflación y, por ende, limitar futuros recortes.
Las medidas planeadas por el gobierno de Trump, desde aranceles hasta reformas migratorias, podrían aumentar la volatilidad en los mercados financieros. Esto podría estrechar las ventanas para nuevas emisiones de deuda, especialmente en mercados emergentes como América Latina.
Países como Brasil, Colombia y México enfrentan riesgos internos que podrían influir en la confianza de los inversionistas. Reformas judiciales en México y elecciones en Chile y Argentina también podrían generar incertidumbre en los mercados.
Tendencias destacadas en el mercado de bonos
Goldman Sachs proyecta que alrededor de US$52.000 millones en bonos vencerán en los próximos 24 meses, lo que impulsará a prestatarios a buscar opciones de refinanciamiento. Por otro lado, Bank of America espera que las ventas de deuda corporativa asciendan a US$60.000 millones en 2025, con Brasil liderando las emisiones con casi una cuarta parte del total.
Empresas que nunca habían emitido deuda internacional encontraron alta demanda en 2024, con diferenciales de crédito en niveles históricamente bajos. Esto subraya el atractivo de la región para inversionistas internacionales, aunque el panorama podría cambiar.
Desafíos para los emisores
Se espera que Pemex, uno de los mayores prestatarios de la región, permanezca fuera del mercado en 2025 debido a sus elevados niveles de deuda. Esto podría influir en los volúmenes generales de emisiones. Asimismo, el dólar registró su mejor año en casi una década en 2024, lo que podría aumentar el costo de emitir deuda en monedas extranjeras para los prestatarios latinoamericanos.
Aunque los volúmenes de emisiones podrían mantenerse alineados con los de 2024, los niveles todavía estarán por debajo de los US$153.000 millones registrados en 2021. Los riesgos geopolíticos y económicos, combinados con las decisiones de la Fed, marcarán el ritmo del mercado de deuda en América Latina este año.